Spider-verse y el inconformismo animado
No sabemos si la película Spider-man: Across the multiverse (‘Spider-man: Cruzando el multiverso’ en España) se llevará la estatuilla dorada, pero lo que ya nadie puede quitarle es la nominación a los Premios Oscar en la categoría de mejor película de animación. Y no es de extrañar.
Para quien no sepa de que hablamos, se trata de la secuela de Spider-man: Into the spiderverse (‘Spider-man: Un nuevo universo en tierras iberas’), ganadora de 16 premios, entre ellos el Oscar a mejor película de animación.
En ese primer largometraje del trepamuros Peter Parker ha muerto y en un universo paralelo un joven de secundaria llamado Miles Morales es el nuevo Spider-Man.
La trama se desarrolla cuando el líder mafioso Wilson Fisk (a.k.a Kingpin) construye el «Super Colisionador» y logra traer una versión alternativa de Peter Parker, quien tratará de enseñar a Miles cómo ser un mejor Spider-Man. Pero no será el único Spider Man en entrar a este universo. Cuatro versiones alternas de Spidey buscarán regresar a su universo antes de que toda la realidad colapse.
En el año 2023 se estrenó la secuela, ahora nominada a los premios de la Academia de Hollywood, donde continúan los hechos narrados en la primera parte, añadiendo cientos de Spider-personas nuevas, llena de guiños a los cómics, a otras series animadas e incluso a películas de acción real.
Cada Spider-man tiene un estilo muy diferenciado y tiene características únicas, pero hay uno que llama muchísimo la atención en medio de toda esa mezcla de estilos animados. Y ese es Hobart “Hobie” Brown, nuestro querido Spider-punk.
Hobie es un héroe punk-rock inconformista y anárquico. Él no va ataviado con una versión del clásico traje de Spider-Man. Hobie lleva vaqueros, cadenas, un chaleco de cuero, una máscara con pinchos en la cabeza a modo de cresta y una guitarra eléctrica. Es tan anárquico que no sólo lo demuestra en su carácter o en su estilo visual, si no que hasta su animación es diferente al resto de la película.
El estándar de velocidad en la industria de la animación es de 24 fotogramas por segundo y, además, se suele animar un dibujo por fotograma. A esto se le llama animar a unos. También se puede hacer un dibujo cada dos fotogramas (animar a doses). Pues bien, en el caso de Hobie iba por partes.
El cuerpo se mueve a treses (se hace un dibujo cada tres fotogramas), el chaleco se mueve a treses, pero con un retraso de 1 o 2 segundos y la guitarra que lleva consigo, a cuatros (un dibujo cada 4 fotogramas). Esto quiere decir que si el cuerpo de este Spider-punk se mueve en los frames 3, 6 y 9, el chaleco se mueve en los frames 4,7,10 y 13. ¡Extraordinario! Pero no acaba aquí la complejidad. Hay que sumar que cada parte del personaje tiene diferentes texturas que dejan muy claro de un simple vistazo que nuestro héroe va por libre, es un inconformista y rompe todas las reglas.
Si esto no es una genialidad de la animación, que baje Madame Web y lo vea.
